Qué es la Oncología y por qué es vital para la salud de la población

Nada nos produce tal vez más temor que pasar por una clínica médica y ver aparece un cartel con el nombre de Oncología. Es que esta rama de la medicina se dedica al estudio, diagnóstico, tratamiento y prevención del cáncer, una de las enfermedades que históricamente – si bien ha cambiado en los últimos años – siempre ha tenido un mal pronóstico.

Cabe señalar que la oncología no solo abarca la gestión de terapias para combatir el cáncer, sino que también implica una comprensión profunda de los aspectos genéticos, moleculares y ambientales que contribuyen a su desarrollo. En este artículo profundizaremos en este tema.

 

Entendiendo al cáncer

Antes de profundizar en oncología, debemos hacer una pausa y comprender la enfermedad que busca tratar. 

El cáncer es una enfermedad que ocurre cuando algunas células del cuerpo comienzan a crecer de manera descontrolada, más allá de su ciclo de crecimiento y muerte normal. Este crecimiento desenfrenado puede deberse a mutaciones en el ADN de las células, las cuales pueden ser causadas por factores genéticos, ambientales o hábitos de vida nocivos, como el tabaquismo. A diferencia de las células sanas, que crecen, se dividen y mueren en un ciclo bien regulado, las células cancerosas continúan creciendo y dividiéndose sin detenerse, lo que eventualmente forma una masa conocida como tumor.

Cabe señalar que no todos los tumores son cancerosos; los tumores pueden ser benignos o malignos. Los tumores benignos no son cáncer: son masas de células que pueden crecer pero no se extienden a otras partes del cuerpo ni invaden tejidos cercanos. Por otro lado, los tumores malignos son cancerosos, lo que significa que tienen la capacidad de invadir tejidos cercanos y diseminarse a otras partes del cuerpo a través del sistema linfático o sanguíneo, un proceso conocido como metástasis. Por tanto, aunque el término «cáncer» a menudo se usa para referirse a tumores malignos, no todos los tumores equivalen a cáncer.

 

Oncología y la importancia del diagnóstico temprano

El diagnóstico temprano del cáncer es crucial para aumentar las probabilidades de éxito en el tratamiento. La oncología utiliza una amplia gama de herramientas de diagnóstico, incluyendo biopsias, pruebas de imagen como la resonancia magnética (MRI) y la tomografía computarizada (CT), así como métodos más recientes que incluyen la secuenciación genómica, que permite identificar mutaciones específicas en las células cancerosas.

Tratamientos oncológicos tradicionales

El tratamiento oncológico ha evolucionado significativamente a lo largo de los años, desde métodos convencionales como la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, hasta terapias más avanzadas.

Los tratamientos oncológicos tradicionales, tales como la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, han sido los pilares fundamentales en la lucha contra el cáncer durante décadas. La cirugía se enfoca en la eliminación física del tumor, buscando extirparlo por completo para prevenir su crecimiento y propagación. La radioterapia, por su parte, utiliza radiaciones ionizantes con el objetivo de destruir las células cancerosas o impedir su multiplicación, pudiendo aplicarse de manera externa o interna. 

La quimioterapia utiliza medicamentos potentes para atacar las células cancerígenas en todo el cuerpo, siendo una opción para tratar muchos tipos de cáncer. Estos métodos, a pesar de sus desafíos y efectos secundarios, han demostrado ser eficaces en el control, reducción y, en algunos casos, erradicación del cáncer.

Este tratamiento surgió en el siglo XX, ha sido un componente crucial en el arsenal contra el cáncer desde su primera aplicación exitosa en la década de 1940. Este enfoque terapéutico se basa en el uso de compuestos químicos (quimioterapéuticos) que pueden eliminar las células cancerosas o detener su proliferación. Con el tiempo, se han desarrollado y perfeccionado múltiples fármacos quimioterapéuticos, permitiendo tratamientos más específicos según el tipo y estadio del cáncer. Aunque la quimioterapia puede ser altamente efectiva, también es conocida por sus efectos secundarios, que varían desde fatiga y náuseas hasta efectos más graves debido a la afectación de células sanas.

 

Oncología e Inmunoterapia

La oncología ha experimentado un avance revolucionario con la introducción de la inmunoterapia, una modalidad de tratamiento que aprovecha y potencia el propio sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer. A diferencia de los tratamientos oncológicos tradicionales que se centran directamente en eliminar las células cancerosas, la inmunoterapia trabaja fortaleciendo las defensas naturales del cuerpo para que sean capaces de reconocer y atacar las células tumorales. 

Este enfoque innovador ha mostrado resultados prometedores en varios tipos de cáncer, ofreciendo nuevas esperanzas de vida prolongada y mejor calidad de vida para los pacientes. Con la inmunoterapia, la oncología se adentra en una era donde el tratamiento del cáncer se vuelve más específico, menos invasivo y potencialmente más efectivo, marcando un hito en la lucha contra esta compleja enfermedad.

La inmunoterapia engloba diversos tipos de tratamientos, cada uno diseñado para actuar sobre el sistema inmunitario de formas específicas. Los anticuerpos monoclonales, uno de los tipos más comunes, son proteínas creadas en laboratorio que pueden unirse a objetivos específicos en las células cancerosas, marcándolas para su destrucción por el sistema inmunitario. Las vacunas contra el cáncer, otra forma de inmunoterapia, ayudan a iniciar o amplificar la respuesta inmunitaria contra las células cancerosas. Los inhibidores de puntos de control inmunitario bloquean las proteínas que impiden que el sistema inmunitario ataque el cáncer, permitiendo así una respuesta más fuerte contra la enfermedad. La terapia celular, incluida la terapia CAR-T, modifica las células inmunitarias del paciente para mejorar su capacidad de combatir el cáncer. Cada uno de estos enfoques representa una estrategia única y potente según las necesidades y características específicas del paciente y su enfermedad.

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Desafíos y Avances Futuros de la Oncología

A pesar de los avances significativos en el tratamiento del cáncer, la oncología enfrenta varios desafíos, incluyendo la resistencia a los tratamientos, la variabilidad individual en la respuesta al tratamiento y los efectos secundarios asociados con las terapias convencionales. La investigación continua es esencial para superar estos obstáculos, con un enfoque particular en el desarrollo de tratamientos más personalizados y menos invasivos, tal cual hemos explicado.

Con cada avance, la humanidad se acerca  un paso más a entender completamente el cáncer y, en última instancia, a derrotarlo.