Cáncer en la Sangre: Síntomas y tratamiento

El cáncer en la sangre, conocido también como cáncer hematológico, es aquel que ataca a la sangre y a todos sus componentes. Comprende un grupo de enfermedades que afectan la producción y función de las células sanguíneas. Estos cánceres se originan en la médula ósea, el tejido blando dentro de los huesos donde se producen las células sanguíneas. Los tipos más comunes de canceres en la sangre incluyen la leucemia, el linfoma y el mieloma múltiple, cada uno con sus características y desafíos específicos. En este artículo se profundizará en el tema.

 

Entendiendo los detalles del cáncer en la sangre

Este tipo de cáncer no solo ataca a la sangre, esta enfermedad se origina en los tejidos que componen a la sangre en el cuerpo humano, incluyendo el sistema linfático y la medula ósea.

La sangre se encarga de transportar oxígeno y nutrientes, a través de las venas y las arterias, a los tejidos y pulmones del organismo. Pero la sangre no solo es líquido, la misma está compuesta por los siguientes elementos:

Glóbulos rojos

En los glóbulos rojos se encuentra la proteína llamada hemoglobina, que es la encargada de transportar oxígeno a las células del organismo, eliminado el dióxido de carbono.

Plaquetas

Las plaquetas son las que detienen el sangrado en el sitio donde ha ocurrido una lesión o herida.

 

Glóbulos blancos

Estos componentes de la sangre combaten las enfermedades y las infecciones, existen varios tipos de glóbulos blancos, entre los que se encuentran los linfocitos, monocitos, basófilos, y neutrófilos.

 

Plasma

Es la parte líquida de la sangre, está formada mayormente por agua, pero también contiene otras sustancias como vitaminas, hormonas, proteínas, electrolitos y minerales.

Muestras de Cáncer a la sangre y cinta

Componentes del cuerpo afectados por el Cáncer de Sangre

Además de los elementos que conforman la sangre, este tipo de cáncer también ataca a dos componentes del cuerpo humano:

 

Medula ósea

Dentro de los huesos, existe un tejido esponjoso donde se forma el cáncer en la sangre, esto es la medula ósea, cuyas células madre se transforman en células sanguíneas. Una persona sana produce suficientes células sanguíneas de manera continua, haciendo que la sangre fluya por todos los elementos nombrados anteriormente.

 

Sistema linfático

Es parte del sistema inmunitario del cuerpo, ayudando al mismo a combatir infecciones y enfermedades. Se conforma por:

  • Los ganglios linfáticos (pequeños y ovalados órganos que ayudan a combatir las enfermedades).
  • La medula ósea.
  • Bazo (órgano encargado de filtrar la sangre).
  • El timo (produce los linfocitos hasta los primeros años de adulto de las personas).
  • Vasos linfáticos.

Introducción a los tipos de cáncer en la sangre

Existen varios tipos de cáncer en la sangre que deben ser conocidos por las personas, para saber a qué se enfrentan al recibir el diagnóstico:

Leucemia

Es uno de los tipos de cánceres en la sangre que más se diagnostican en los pacientes, especialmente en niños.

Este se origina en una célula de la medula ósea, que pasa por un cambio y se transforma en una célula leucémica. Luego del cambio, esta nueva célula leucémica puede proliferarse e impedir que las células normales se desarrollen. Este proceso es diferente en cada tipo de leucemia, que pueden enumerarse en las siguientes:

  • Leucemia linfocítica crónica.
  • Leucemia mieloide crónica.
  • Leucemia mieloide.
  • Leucemia linfoblástica.

Linfoma

El linfoma es otro tipo de cáncer en la sangre, pero a diferencia de la leucemia, se origina en el sistema linfático, que es parte del sistema inmunitario del cuerpo. Este sistema incluye una red de ganglios linfáticos, el bazo, el timo y la médula ósea, todos cruciales para producir y transportar células inmunitarias que ayudan a combatir las infecciones. El linfoma surge cuando los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco, se vuelven cancerosos y comienzan a multiplicarse de manera incontrolable, acumulándose en los ganglios linfáticos y en ocasiones en otros órganos.

Linfoma de Hodgkin

El linfoma de Hodgkin se caracteriza por la presencia de las células de Reed-Sternberg, que son grandes células cancerosas, que deben su nombre a los científicos que las descubrieron por primera vez. El tratamiento adecuado puede curar el linfoma en la mayoría de los casos.

Linfoma no Hodgkin

En este tipo se observa un grupo de diferentes enfermedades, que se diferencias por las características asociadas a cada subtipo de este tipo de cáncer en la sangre.

Los subtipos de este linfoma pueden ser de progresión lenta o de progresión rápida. Muchos pacientes con subtipos de progresión rápida pueden curarse. Algunos subtipos del linfoma no Hodgkin son:

  • Linfoma folicular.
  • Linfoma cutáneo de células T.
  • Linfoma de células del manto.
  • Linfoma difuso de células B grandes.

 

La principal diferencia entre linfoma y leucemia radica en su punto de origen y cómo se diseminan en el cuerpo. La leucemia comienza en la médula ósea y afecta a la sangre, mientras que el linfoma se origina en el sistema linfático y afecta a los ganglios linfáticos y, potencialmente, a otros órganos del sistema inmunitario.

 

Mieloma Múltiple

El mieloma múltiple es un cáncer que afecta a las células plasmáticas, un tipo especializado de glóbulos blancos que producen anticuerpos para ayudar a combatir las infecciones. A diferencia de la leucemia, que involucra una producción excesiva de glóbulos blancos generalmente inmaduros en la médula ósea y puede afectar la sangre y otros órganos, y del linfoma, que se origina en el sistema linfático, el mieloma múltiple se centra en las células plasmáticas dentro de la médula ósea. Estas células cancerosas se multiplican y acumulan, interfiriendo con la producción de células sanguíneas sanas y la producción de anticuerpos normales, lo que puede llevar a un sistema inmunitario debilitado.

 

Síntomas del cáncer en la sangre

Los síntomas del cáncer en la sangre pueden variar dependiendo del tipo de cáncer que el paciente tenga, a veces ni siquiera se observan síntomas, a pesar de que el paciente si tenga la enfermedad.

Algunos síntomas que podrían ser señales de cáncer de sangre son los siguientes:

  • Debilidad o fatiga persistente.
  • Frecuentes infecciones, a veces graves.
  • Pérdida de peso sin intentar perderlo.
  • Ganglios linfáticos inflamados.
  • Agrandamiento del hígado o del bazo.
  • Formación de hematomas sin haber sufrido ningún golpe.
  • Sangrados nasales que suceden con frecuencia.
  • Aparición de pequeñas manchas rojas en la piel.
  • Sensibilidad o dolor en los huesos.
  • Hiperhidrosis, especialmente en la noche.

Aunque hay síntomas que se superponen basado en el tipo de cáncer, cada uno tiene signos distintivos que son clave para su identificación y manejo clínico.

 

Factores de Riesgo, Diagnóstico y tratamiento del cáncer en la sangre

 

Los factores de riesgo varían según el tipo de cáncer en la sangre, pero pueden incluir la exposición a ciertas sustancias químicas, radiaciones, ciertos virus, y una predisposición genética.

El proceso de diagnóstico para los cánceres de la sangre, incluyendo la leucemia, el linfoma y el mieloma múltiple, involucra una combinación de técnicas avanzadas para determinar la presencia y el tipo específico de cáncer. Inicialmente, se realizan pruebas de sangre para evaluar anomalías en la cantidad o apariencia de las células sanguíneas, lo que puede indicar la presencia de un cáncer hematológico. Las biopsias de la médula ósea, que implican la extracción y análisis microscópico de una pequeña muestra de tejido de la médula, permiten identificar directamente las células cancerosas y determinar el tipo específico de cáncer. Además, los estudios de imagen como la tomografía computarizada (TC), la resonancia magnética (RM) y las exploraciones por PET pueden revelar la extensión del cáncer más allá de la médula ósea, proporcionando información crucial para la planificación del tratamiento. Esta combinación de pruebas asegura un diagnóstico preciso, esencial para el desarrollo de un plan de tratamiento efectivo y personalizado para cada paciente.

 

Avances en el Tratamiento del cáncer de sangre

 

El diagnostico y tratamiento del cáncer en la sangre ha experimentado avances significativos en las últimas décadas, mejorando las perspectivas y la calidad de vida de los pacientes. Las opciones de tratamiento incluyen quimioterapia, radioterapia, trasplante de células madre y terapias dirigidas. 

La inmunoterapia, que potencia el sistema inmune del cuerpo para combatir el cáncer, y la terapia génica, que busca corregir mutaciones genéticas que causan la enfermedad, representan los avances más prometedores. 

Es que la inmunoterapia ha emergido como un pilar fundamental en el tratamiento de varios tipos de cáncer sanguíneo, ofreciendo nuevas esperanzas a través de mecanismos innovadores que potencian la capacidad del sistema inmune para reconocer y atacar las células cancerosas. Esta estrategia se distingue por su enfoque dirigido, que se centra en fortalecer las defensas naturales del cuerpo, marcando una diferencia significativa con respecto a los métodos convencionales como la quimioterapia y la radioterapia.

Testimonios de mejoría en pacientes con cáncer a la sangre Leucemia

Como hemos visto una de las opciones de tratamiento que ha llegado para potenciar las terapias tradicionales es la inmunoterapia, cada vez son más los pacientes que han logrado una mejoría en su estado de salud y avance del cáncer incluyendo los canceres del tipo sanguíneo. Como centro de educación buscamos difundir y hacer llegar esta información a toda persona que lo necesite.