Paciente de Rumania, pero desde hace 20 años viviendo en Barcelona, España, de 68 años con diagnóstico de carcinoma mamario izquierdo.
Fue diagnosticada hace 5 años, en el año 2015, empezó con tratamiento hormonal el cual siguió por dos años, que luego le dejó muchos malestares.
El 2020 comenzó con un linfedema con 5 kilos más en el brazo y una herida en la zona mamaria de tamaño considerable; posterior a varios exámenes, vieron el avance de la enfermedad, por lo que le sugirieron quimioterapia, pero por opción personal, prefirió buscar una opción menos invasiva, y después de una búsqueda personal, encontró la clínica EXOLIFE, donde realizaban inmunoterapia bajo estándar de Oncovix , la cual comenzó el 26 de marzo y terminó a mediados de junio de 2020.
Previo al tratamiento, no lograba dormir, se sentía cansada, no podía salir porque no soportaba el brazo, con mucho dolor en el hemitórax izquierdo, de mal humor.
Fue necesario utilizar analgesia muy fuerte para contrarrestar los dolores que acarreaba la linfedema, pero no generaban efecto y se mantenía el dolor.
A medida que avanzaba con el tratamiento de inmunoterapia, el dolor y la inflamación fue disminuyendo. Durante todo el proceso no hubo efectos secundarios, sin dolor. Por la herida que presentaba, se aplicó gel local de inmuno-activador, logrando un gran avance en el cierre de la herida, eliminando exudados purulentos o sanguíneos, y lo más importante, sin dolor.
Después de la rehabilitación y en conjunto con la inmunoterapia, se logrado reducir bastante sus molestias y complicaciones, sintiéndose bien, teniendo en un momento en la muñeca un diámetro de 25 cm, logrando a bajar a 19 cm, en el antebrazo, se logró bajar de 39 cm a 35 cm, y en la zona del bíceps de 48 cm a 40 cm.
Actualmente se encuentra bien de salud, contenta, en un gran centro, con un equipo de salud extraordinario, recomendado para pacientes que están cursando con la misma enfermedad, pudiendo tener una comunicación frecuentemente con el equipo, haciendo un seguimiento durante todo el proceso, agradecida profundamente de la profesionalidad con la que trabajó el equipo.
Nota, Oncovix:
Lo anterior demuestra la vital importancia de recibir terapia convencional (cirugía, quimio y/o radioterapia), pero además recurrir a la más avanzada inmunoterapia personalizada para enfrentar el tumor recurrente local, en el tejido donde se ubicaba el tumor primario; luego la enfermedad mínima residual, que es un número muy pequeño de células cancerosas, que permanecen en el cuerpo durante o después del tratamiento, y que no son detectables por exámenes como TAC o resonancia magnética. Finalmente, está el cáncer metastásico, conocido como “terminal o avanzado”, que se ha diseminado a otros órganos o partes del cuerpo, y está compuesto por células usualmente resistentes a quimio y radioterapia que ya recibió el paciente, y donde en muchos países, la cobertura sanitaria pública y privada deriva al paciente solo a cuidados paliativos y no informando de las numerosas opciones de tratamientos validados y efectivos, que el paciente desconoce.
Es necesario recordar que la terapia combinada (inmunoterapia celular + quimio/radioterapia) permite al paciente hasta 60% más tolerancia a quimioterapia por reducción de reacciones adversa y complicaciones. Además, permite hasta un 40% más de efectividad terapéutica, potenciando los beneficios de la quimioterapia.